El educador físico se perfila como un profesional crítico, reflexivo, con pensamiento complejo, investigador, democrático, ético y autónomo que evoluciona y transforma a través de sus prácticas pedagógicas y profesionales fundadas en teorías pedagógicas, disciplinares e investigativas, basando sus decisiones en el horizonte de sentido:
- Que identifique problemas, necesidades y oportunidades presentando alternativas para ser analizadas y concertadas en búsqueda de solución, satisfacción y realización desde el ámbito educativo con conciencia y compromiso social.
- Que aborde y resuelva situaciones problémicas de la cotidianidad y su campo profesional desde diferentes perspectivas.
- Que cree conocimiento, productos y procesos referidos a la educación, a la pedagogía, la didáctica y sus relaciones con la educación física.
- Que tome decisiones asumiendo con responsabilidad las consecuencias y sus implicaciones.
Al maestro en educación física se le piensa como un propiciador de ambientes y condiciones que faciliten la elaboración, reelaboración de conocimientos tanto técnicos como científicos, pedagógicos y culturales con capacidad de preguntarse y preguntar; esto es, un sujeto con actitud de cambio, auto transformado y transformador a partir de la reflexión permanente de su ejercicio profesional asumiéndose, así como un intelectual de la pedagogía, un constructor y transformador sociocultural.
Proyección Social
La proyección social de la Educación Física implica asumir una posición de ella más allá de la escuela, en tanto que existen otros espacios, tales como clubes, cajas de compensación, parques, gimnasios, organizaciones comunitarias (Ley 115 de 1994), en los cuales la Educación Física y el profesional del área deciden intencionalidades y prácticas coherentes con el contexto, los sujetos y el objeto de intervención. Sin desconocer que la educación física escolar implica ser asumida como proyecto cultural, bien para mantenerlo o transformarlo.